El contacto cero en parejas divorciadas con hijos.

El divorcio es una de las experiencias más dolorosas y emocionalmente desafiantes que cualquier persona puede enfrentar en su vida adulta. Lamentablemente jamás viene en solitario, y suele venir acompañado de sentimientos como: la tristeza por la finalización de la relación, el enojo hacia la ex-pareja, la confusión de los sentimientos contradictorios o el miedo a la incertidumbre del futuro. 

Si este es un proceso difícil de enfrentar cuando solo se ven involucradas dos personas, cuando se tiene hijos se vuelve aún más desafiante, debido que los hijos agregan complejidad emocional y logística a dicha situación. Es en este escenario donde se puede utilizar una valiosa herramienta originaria de la psicología y las terapias de relaciones llamada: “contacto cero” 

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¿Qué es el contacto?

En términos generales, el contacto cero es una estrategia que implica iniciar un proceso gradual donde se corta todo tipo de comunicación e interacción con una persona que nosotros consideramos nos ha hecho daño o manipulado constantemente. Hacer uso de ella nos permite cuidar de nuestro propio bienestar emocional, nos evita ser arrastrados a la dinámica de una relación disfuncional y sobre todo, nos permite brindarnos un tiempo a nosotros mismos para sanarnos, protegernos y revisar nuestro proyecto de vida. 

El contacto cero en un divorcio 

En el contexto de un divorcio, el contacto cero implica limitar las interacciones al mínimo necesario y abstenerse de comunicarse innecesariamente sobre temas no directamente relacionados con la crianza de los hijos. Todo con el objetivo de reducir el conflicto entre los padres, además de fomentar un ambiente estable y pacífico para que los niños no se vean atrapados entre las posibles peleas de sus padres.  

¿Cómo puedo aplicar el contacto cero? 

No existe una forma específica o única de aplicarlo. Sin embargo, si eres una persona que está buscando establecer límites claros con tu ex-cónyuge, los siguientes puntos pueden servirte como una guía para usar el contacto cero de una manera efectiva, asertiva y compasiva. 

Conclusión

El contacto cero en parejas divorciadas con hijos no es una solución única, pero puede traer beneficios significativos si la relación con tu ex-cónyuge es especialmente tensa. Recuerda que la prioridad de este proceso debe estar dirigida al bienestar de sus hijos, y que esta estrategia es solo una herramienta que puede contribuir a la creación de un ambiente estable y positivo durante y después del proceso de divorcio. Sin embargo, para que funcione y se realice una transición exitosa hacia la co-parentalidad, es necesario tener una actitud colaborativa, practicar la asertividad, la compasión y el respeto mutuo.

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