La idea no me siento suficiente.
Desmantelando la idea no soy suficiente, empezamos tratando de definir los conceptos que encierra. Desmantelar significa cuestionarla, ver cuáles son sus efectos para visualizar sus desventajas y convencernos de los efectos negativos que tienen en nuestra vida.
No ser suficiente es un sentimiento que se encuentra asociado a la idea de que, sea lo que se haga estará condenado al fracaso en alguna área de la vida. Tiene que ver también con sentirse como un fraude. Esto puede ser en el trabajo, en las relaciones de pareja, o en las relaciones interpersonales como mamá, padre o hermano.
¿De dónde viene todo esto? Tiene que ver con el apego que tenemos de las expectativas, generamos un apego a resultados. Nos ponemos expectativas muy altas y, cuando no las cumplimos, empezamos a sentir que decepcionamos a los demás y a nosotros mismos.
En psicología se le llama indefensión aprendida y tiene que ver con que, hagamos lo que hagamos y por mucho que nos esforcemos, no vamos a obtener resultados positivos, por lo que esto nos lleva a ponernos en una postura de víctima y con sentimientos pesimistas.
Efectos
Desde el punto de vista de la terapia narrativa se dice que nuestra experiencia tiene una infinidad de posibilidades, pero según nuestras creencias es lo que vamos a ir tomando para reforzar esas ideas.
Otro de los efectos es que empezamos a bajar las expectativas y tendemos a ponernos tareas muy fáciles, nos mantenemos con una actitud mental de ansiedad y con el miedo a sentirnos atrapados o ser descubiertos por los demás de que somos un fracaso.
Debido a que la sociedad noes exige demasiado, por ejemplo, a las mujeres se les demanda ser perfectas en todo lo que hacen: trabajar, cuidar de los hijos, quehaceres de la casa, tener un cuerpo esbelto, lo que ocasiona es que las personas vayan internalizando que, si cumplen ciertos estándares, entonces serán aceptadas, reconocidas y amadas.
Constantemente nos estamos comparando con los demás y esto nos lleva a ser sumamente competitivos, individualistas, lo que nos orilla a descalificarnos nosotros mismos y a los demás, en esta búsqueda insaciable de reconocimiento.
Orígenes
Todo esto viene del apego a los resultados o a la idea que nuestras expectativas han de cumplirse a como dé lugar. Pudiera ser que tengamos el hábito de ser perfeccionistas o el de la insatisfacción. También puede ser que en nuestras relaciones interpersonales la persona no reacciona como nosotros esperamos, o no nos sentimos reconocidos de acuerdo con nuestros propios estándares. Ahí es donde se manifiesta nuestro apego.
En resumen, cuando nos decimos que no somos suficientes, es porque sólo vemos aquellas cosas en las que, desde nuestro punto de vista, fracasamos, y dejamos de lado toda la amplia experiencia de situaciones que contradicen este hecho. Debido a que casi siempre nos fijamos estándares, tenemos que hacer lo que nos propusimos, aunque tenga estándar bajo, y esto nos lleva a desarrollar una ansiedad por tratar de cumplir.
¿Qué hacer?
- Para liberarnos del yugo de esta creencia debemos tomar una distancia con respecto a esta creencia y preguntarnos ¿De dónde viene esta idea? Puede ser que de alguna relación pasada o de vivir una infancia basada en comparaciones o porque tendemos a ser perfeccionistas. Por esto es importante tratar de localizar el origen de este comportamiento.
- Se trata de preguntarte si hay hechos en tu vida que contradicen esta idea de no ser suficiente, por ejemplo, se puede ser divorciado, pero un excelente padre o madre; o nos acaban de despedir del trabajo, pero podemos ser excelente pareja; entonces, resulta injusto reducir nuestra vida a una sola creencia.
- Esta idea también viene de la forma en que nos comunicamos con nosotros mismos, pues necesitamos que sea asertiva, es decir, amable. Piensa en esto ¿así cómo te hablas le hablarías a tu mejor amigo?
- También tiene que ser balanceada, es decir, tienes que fijarte si se va a un extremo negativo, tiene que ser balanceado porque si no, nuestra atención se perturba. Si pensamos “soy lo máximo” tampoco es bueno. Debes de encontrar elementos que reafirmen que también eres bueno en muchos otros aspectos.
- Sustituye la comparación por la colaboración y cooperación, esto ayuda, porque algunas veces la comparación puede llegar a alimentar los celos y la envidia. Es también regocijarnos por la felicidad ajena en vez de compararnos y preguntarnos por qué el otro es feliz y uno no. Este es el inicio de un hábito muy positivo.
- Reemplaza el arrepentimiento por la apreciación y el aprendizaje. En vez de decir “hubiera hecho esto” o “no hice lo suficiente”, mejor piensa en cómo eso te enseñó a hacer algo diferente de ti. Todas estas historias tienen una moraleja y un aprendizaje que te pueden ayudar a ser mejor persona.
La impermanencia de la naturaleza
A veces, cuando nos ponemos a pensar detenidamente en nuestra identidad, la percibimos como algo que no cambia, por ejemplo, cuando a alguien se le dice “es que te enojas muy seguido” y tiende a responder “es que yo soy así”, entonces se da el mensaje de no va a cambiar.
Hay un concepto que se denomina impermanencia y se refiere a que todo lo que empieza tiene un final. Si estamos contentos, en algún momento va a terminar o si estamos enojados, también. Esto también aplica para lo que consideramos nuestros errores o faltas. Debemos pensar que eso también se va a terminar.
Hay que recordar que la felicidad se construye desde la propia actitud y que podemos sacar provecho de esta impermanencia de que todo termina tarde o temprano y volver a construirlo las veces que sean necesarias, si no nos salen las cosas como esperábamos. Construir las relaciones positivas con la gente que nos rodea y con uno mismo
Para concluir les quiero dejar esta cita del budismo “Si vas a depender de algo, que sea solamente de una mente feliz”.
¡Hasta la próxima!
