Cinco tipos de motivación que te empujan a lograr tus propósitos

Motivación

Dicen que el interés tiene pies, y no hay que pensarle mucho para entender su significado: las cosas que nos llaman la atención buscamos la manera de hacerlas a como dé lugar. El ejemplo sirva para explicar el cómo funciona la motivación que, de hecho, se mantiene presente en las actividades más cotidianas que llevamos a cabo.

Prueba de lo anterior es que, si te da hambre buscas qué comer, por tanto, la motivación para hacerlo se supedita al hecho de que tu apetito ya no puede aguantar más y busca ser saciado; también puede suceder que, aunque tengas hambre, te la aguantes porque el jefe te dijo que si terminabas en cierto tiempo ibas a poder salir temprano.

La psicología siempre ha tenido un enorme interés por esos detonantes que impulsan a las personas a hacer las cosas, pues es algo determinante de su conducta y de los actos que lleva a cabo, para intentar explicar los tipos que hay, entre los que podemos encontrar los siguientes:

1. Motivación extrínseca

Es la más fácil de explicar pues tiene su origen en el premio y recompensa.  El término extrínseco significa que procede de afuera o no es propio. Claramente da la idea de que se gozará de un beneficio que será dado externamente si se hace alguna cosa, por ejemplo “Si te portas bien, te compro un helado” o “Si ordenas tu cuarto te doy permiso de salir con tus amigos”, no es algo que las personas quieran hacer por su propio gusto, sino por algo que recibirán a cambio.

2. Motivación intrínseca

Lo opuesto al término extrínseco pues aquí la motivación parte de un genuino interés de la persona por conseguir algo que le darán una enorme satisfacción. Cuando se tiene esta motivación es más factible para los individuos que lleven a cabo ciertas acciones que se piensan no podrían lograr.

Por ejemplo, corredores que rompen récord mundiales, montañistas que escalan los picos más altos, nadadores que rompen récords, en fin, cualquier actividad que a muchos daría pereza hacer, pero que hay otros que por esa motivación interna lo logran.

3. Motivación positiva

Todas las personas tenemos la capacidad de conocernos a nosotros mismo, cuáles son nuestras virtudes y defectos, fortalezas y debilidades, que nos gusta o disgusta, pero cuando este tipo de motivación se hace presente es porque se busca ser perseverante en conseguir un objetivo realista que se ha marcado porque tiene la ilusión de cumplir con ese anhelo, por ejemplo, alguien que se propone bajar de peso, dejar de fumar o aprender a bailar, es algo que le va a costar tiempo y trabajo, pero sabe que sí lo alcanza tendrá varias satisfacciones.

4. Motivación negativa

Busca mantener una determinada conducta para evitar algo. Por ejemplo, puede ser que un mal estudiante evite ser el último de la clase para evitar la burla de sus compañeros o para no quedar como el más “burro” de su generación.

5. Motivación básica

Se utiliza principalmente en el ámbito deportivo pues dependiendo del grado de compromiso que se tenga con la actividad que realiza, mejores serán sus resultados. Esfuerzos, necesidades, deseos y metas del individuo es lo que genera la autosuperación dentro de la disciplina en cuestión.

Recuerda siempre: Cambia la depresión, enojo y obsesión por hábitos virtuosos para ser feliz y contagiar felicidad.

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