Imaginemos que un niño se enfrenta a un problema ante el cual no encuentra una alternativa viable (ya sea en su hogar, escuela, etc.). Ya lo pensó y lo pensó de nuevo, pero parece no encontrar una solución satisfactoria. Es entonces cuando se pregunta ¿Qué hacer?
Ya que, en ocasiones sucede que mientras más lo piensa, más atascado parece estar. Y es que, al seguirlo pensando, solo estará explorando dentro de su limitada capacidad de opciones conocidas. Sí, es cierto, podría preguntar a alguien más, sin embargo, puede ser que dentro de su ambiente, también basen sus ideas en el mismo esquema mental que él.
Entonces, si no encuentra a través de alguien más una alternativa satisfactoria, ¿cómo hallar una solución por sí mismo? ¡Quizá creando una! Aquí es donde la creatividad cobra relevancia para enfrentar los retos que en la vida se les presenten a nuestros niños, logrando resolverlos de forma óptima.
Pero, ¿qué es la creatividad? Podemos entender la creatividad como la habilidad de crear alternativas ante una situación, a través del libre pensamiento. Teniendo en claro que todos tenemos capacidad creativa pero, como toda habilidad, es necesario favorecerla.
Sin embargo, sucede que, en ocasiones, la mente se satura de pensamientos, de ideas, incluso pueden ser algunas a las que solemos darle vueltas una y otra vez. Y, cuando nos toca enfrentarnos a alguna situación, sucede que solemos recurrir a las mismas opciones que tenemos establecidas y que gobiernan la forma en que interpretamos la realidad.
Solo hasta que rompamos con esto y soltemos las ideas arraigadas para liberarnos de los patrones acostumbrados, permitiremos que la creatividad florezca. Si bien es cierto que partimos de lo que sabemos, de los paradigmas preestablecidos, también resulta cierto que podemos elegir repetirlos o transformarlos en nuevas rutas del pensamiento. Para ello se necesita desapegarse de las ideas iniciales.
Es en esta zona en la que podemos crear alternativas. La idea es no estorbar el libre flujo del pensamiento a través de los prejuicios y de la rigidez que nos condiciona desde que empezamos a tener conciencia de lo que se supone es nuestra realidad. Formándonos a través de dogmas que parecen incuestionables.
Pero ¿Cómo podemos favorecer el desarrollo del pensamiento creativo en los niños?
Practicas Meditativas
Una de las grandes opciones proviene de la meditación. Las diferentes corrientes del Budismo se han enfocado y desarrollado en las prácticas meditativas, ya que estas se encargan de liberar el potencial en nosotros para tomar caminos que antes no lográbamos ver.
Al meditar, dejamos el mundo de los pensamientos basado en los esquemas inculcados al dejar de identificarnos con estos. Podemos llegar a ser conscientes de que “no somos las ideas que nos han inculcado” ”podemos llegar a elegir libremente lo que haremos en el ahora”. Ya que la meditación nos enfoca en el ahora, y al fijar la atención en el presente, la mente puede fluir libremente para inventarse a voluntad.
Educación Libre
Procurando que la educación no asfixie la originalidad que los niños desean expresar. En este sentido, Alejandro Jodorowsky se refiere al sistema educativo ya sea la familia, la cultura, escuela, etc., como la prisión que va apagando la esencia creativa de las personas desde la infancia cuando no respetan lo diferente.
Por el contrario, se trata de permitir integrar su imaginación en vez de tratar de encuadrar uniformemente su ser. Por eso, es fundamental estar atentos a todo aquello que trasmitimos a los demás, ya sea con órdenes o ejemplos en la cotidianidad. Por ejemplo, cuando se expresan en dibujos, juegos, ideas, estilos, etc. lo importante es cultivar el aprendizaje y desarrollo de sus consciencias y no de adoctrinar.
Algunos ejemplos de educación libre pueden ser: respetar su estilo de dibujar y colorear, aunque no se apeguen a la realidad; jugar juegos que no son los acostumbrados a su rol como niño o niña; invitarlos a pensar sobre todas las alternativas viables para resolver una situación o problema y analizar cada una de ellas buscando sus pros y contras en vez de decirles cómo deben ser.
Tareas Motivadoras
Albert Einstein decía “La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. En cambio la imaginación abarca todo”.
Actualmente se favorece en nuestras sociedades la adquisición de conocimiento a través de la razón y con fines prácticos y productivos dentro de una sociedad que busca la satisfacción de sus deseos por medio del consumo de lo externo. El éxito es por tanto, producir humanos que funcionen mejor dentro de este esquema. Y, por otro lado, se desvaloran todas aquellas expresiones que no estén enfocadas en tener más.
La expresión artística, los sueños o la espiritualidad son caminos relegados si no son para obtener algo.
La creatividad hay que dejarla fluir, pero no es a través de la razón únicamente, sino abriendo el canal de la intuición. Dando paso a la imaginación. Al integrar todos los componentes que conforman su persona
Habrá que permitirle a los niños soñar e imaginar la realidad expandiendo su potencial creador por medio de actividades y ejercicios que les lleve, en primera instancia, a debilitar la dura capa de “cómo deben ser las cosas”, para continuar con su libre expresión.
ALGUNAS ACTIVIDADES QUE FAVORECEN LA CREATIVIDAD SON:
- La lectura y escritura
- Ejercicios de imaginación en donde vayan creando en su mente, con el mayor detalle posible, historias sin basarse en la realidad.
- Soñarse representando reloes diferentes al suyo.
- Proponer ejercicios en donde puedan crear algo con solo ciertos elementos sin conexión aparente.
- Charlas disparatadas o de situaciones no habituales para ellos en donde se puedan cuestionar e imaginar posibles respuestas sin poder recurrir a lo que les han hecho creer.
Ya que no se puede enseñar a nadie a ser creativo, es algo que sale de dentro. Afuera de nosotros aprendemos conocimientos, sin embargo habrá que conectarnos con nuestro interior para poder crear, soñar más allá de lo establecido. Con total naturalidad porque todos nacemos creativos.
