A menudo solemos escuchar en nuestro entorno que, determinados comportamientos observables en nuestra persona, se producen debido a una falta de motivación ¿Te ha sucedido alguna vez que te digan esto?
Para poder hablar un poco más del tema, coincidirás conmigo que primeramente tenemos que entender qué es la motivación o cómo se define esta desde el punto de vista de la psicología, pues cada quien puede tener su propia definición o la idea de que es algo que empuja a las personas a hacer lo que nace de su interior.
Abraham Maslow, un reconocido psicólogo estadounidense conocido como uno de los fundadores y principales exponentes de la psicología humanista, una corriente psicológica que postula la existencia de una tendencia humana básica hacia la salud mental, define a la motivación como el impulso que tiene el ser humano de satisfacer sus necesidades.
Partiendo de lo anterior, concluye que el ser humano primeramente necesita satisfacer sus necesidades básicas como comer y beber para poder llegar a cumplir las de autorrealización, en las que la motivación juega un papel muy importante.
Algunos psicólogos coinciden en que toda forma de conducta nace en algún tipo de motivo y es aquí donde deberías preguntarte ¿Qué es lo que provoca esa apatía que sientes los lunes por ir a trabajar? ¿Por qué algunas veces sientes que otras personas son más felices que tú? o ¿Por qué piensas que nunca vas poder superar el dolor que llevas dentro?
Ejemplos como los anteriores puede haber muchos y lo importante es determinar las razones que nos orillan a un tipo de conducta donde claramente nos está haciendo falta el impulso necesario para hacer lo que necesitamos de una manera satisfactoria, a tal grado que nos produzca ese pequeño placer de poder lograr algo que creíamos que no era posible y que nos llena de felicidad.
En artículos posteriores profundizaremos un poco más sobre los diferentes tipos de motivación que se conocen y cómo influyen en las personas para obtener lo que buscan, pues todos tenemos la capacidad de lograr lo que queremos si sabemos cómo llevarlas a cabo.
Por lo pronto, trata de encontrar en tus hábitos aquellos que no te ayudan para lograr hacer las cosas como tú deseas o visualizas, o bien, determina el por qué crees que las cosas no te salen cómo tú quieres y de ahí parte para encontrar la motivación que necesitas.
Recuerda siempre: Cambia la depresión, enojo y obsesión por hábitos virtuosos para ser feliz y contagiar felicidad.
