¿Romper o no romper?, un dilema que hay que saber afrontar
Relaciones de pareja
Es verdad, nadie quiere dar por terminada una relación amorosa, sin antes llevar a cabo algunas acciones para hacer un último intento por salvarla, pero los gritos y discusiones no solucionan nada, sino el genuino interés por querer compartir con esa persona a la que se dice que se ama.
Entonces llegan las dudas, los temores y culpabilidades: ¿estoy exagerando, no será solamente una crisis como las que tiene todas las parejas? Quizás se tenga miedo a saber la respuesta, a quedarse solo, o al señalamiento social del fracaso amoroso, pero si quieres tener un panorama más claro antes de tomar una decisión, hazte las siguientes preguntas:
¿Aún siento que lo amo? Tú mejor que nadie sabes si todavía sientes respeto, conexión y libertad por esa persona con la que compartes tu vida, si hay comunión entre los dos; no basta con que lo digas o lo creas, sino que realmente tu cuerpo y tu alma lo sientan.
¿Compartimos los mismos sueños y objetivos? Probablemente tu pareja está más interesada en desarrollarse en lo que se desempeña y muestra muy poco interés en apoyarte para que los dos vayan a la par. Quizás tú no deseas tener hijos y la otra persona sí, en fin, es necesario que analices el camino que lleva cada uno y lo más importante ¿van de la mano o cada quien por su lado?
¿Siento interés por mi pareja? Sentir interés se refiere a que, si realmente estás consciente de las necesidades y sentimientos de la persona con la que compartes tu vida, si te preocupa su bienestar al grado de aplazar las tuyas, si cuentas con el coraje y valor necesario para afrontar juntos lo que la vida las depara, en las buenas y en las malas.
¿Sigo teniendo deseo? No se puede dejar a un lado el aspecto sexual, muy importante en la relación porque la confianza, imaginación y creatividad los puede llevar a vivir plenamente en ese aspecto en el que muchas parejas suelen fracasar argumentando que ya no hay una chispa que los motive a seguir.
¿Tengo confianza total? Las parejas se llegan a conocer a tal grado, que son un solo gesto saben si el otro está mintiendo, si algo en su comportamiento habitual denota un desvío de que algo no está marchando bien. Es momento de hablar y enfrentar si sientes que hay algo que te está ocultando.
¿Mantengo un compromiso con la relación? En la mayoría de los casos las personas tienden a culpar al otro antes que aceptar la suya propia. Haz un examen de conciencia con total honestidad y determina qué es lo que haces tú por tu pareja, qué los ha llevado a esta situación donde antes todo era felicidad, cuáles son las posibles soluciones que podría haber y, sobre todo, los compromisos a establecer para que cada uno haga su parte para mejorarla.
Sí, nadie quiere una ruptura, pero si no hay más remedio, hazlo bien y rápido, sin tantos rodeos, aunque será terriblemente doloroso, el tiempo ha demostrado que siempre lo cura todo, por muy difícil que sea la situación por la que atravieses.
Recuerda siempre: Cambia la depresión, enojo y obsesión por hábitos virtuosos para ser feliz y contagiar felicidad.